“–Hay un fusilado que vive.
No
sé qué es lo que consigue atraerme en esa historia difusa, lejana, erizada de
improbabilidades. No sé por qué pido hablar con ese hombre, por qué estoy
hablando con Juan Carlos Livraga.
Pero
después sé. Miro esa cara, el agujero en la mejilla, el agujero más grande en
la garganta, la boca quebrada y los ojos opacos donde se ha quedado flotando
una sombra de muerte. Me siento insultado, como me sentí sin saberlo cuando oí
aquel grito desgarrador detrás de la persiana.
Livraga
me cuenta su historia increíble; la creo en el acto.
Así
nace aquella investigación, este libro. La larga noche del 9 de junio vuelve
sobre mí, por segunda vez me saca de "las suaves, tranquilas
estaciones". Ahora, durante casi un año no pensaré en otra cosa,
abandonaré mi casa y mi trabajo, me llamaré Francisco Freyre, tendré una cédula
falsa con ese nombre, un amigo me prestará una casa en el Tigre, durante dos
meses viviré en un helado rancho de Merlo, llevaré conmigo un revólver, y a
cada momento las figuras del drama volverán obsesivamente: Livraga bañado en
sangre caminando por aquel interminable callejón por donde salió de la muerte,
y el otro que se salvó con él disparando por el campo entre las balas, y los
que se salvaron sin que él supiera, y los que no se salvaron.” (Fragmento del
Prólogo de “Operación Masacre” – Rodolfo Walsh)
El 9 de junio de 1956 los generales Tanco y Valle se
sublevaron contra el gobierno de facto que había destituido a Perón en
setiembre de 1955. El levantamiento fue reprimido brutal e ilegalmente.
En los basurales de José León Suárez, un grupo de civiles
–algunos de ellos relacionados vagamente con la conspiración; el resto, ajeno
por completo a ella– fueron masacrados antes incluso de que fuera dictada la
ley marcial. Unos pocos lograron escapar de la muerte, a duras penas.
En 1957, Rodolfo Walsh emprendió la investigación de estos
hechos, cuyos resultados publicó en forma de notas en el diario
"Mayoría" y, poco después, como libro.
OPERACIÓN MASACRE, una de las primeras novelas de "no
ficción" escritas en castellano, se anticipó en nueve años al Nuevo
Periodismo, es decir, la aplicación de procedimientos propios del género novela
al relato de hechos verdaderos.
Es un libro que podría catalogarse como IMPRESCINDIBLE!
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